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Cada artículo de este blog, buscará dar opiniones sobre fútbol, pero siempre desde el punto de vista de cuestionarnos todo, desde el raciocinio,,, por qué nos cuesta tanto pensar?

Se que a los puristas mis opiniones no les gustarán, pero a caso Jesucristo gustaba a todos?

martes, 18 de octubre de 2011

El entrenador sin carné

REPORTAJE: LIGA DE CAMPEONES - Tercera jornada

Entrenador sin carné

Remi Garde, técnico del Lyon y admirador de Wenger, todavía no se ha sacado la licencia

ELEONORA GIOVIO - Madrid - 18/10/2011
 
Tiene 45 años, el pelo bien peinado, la cara de niño bueno y la mirada atenta. Observadora. "El trabajo de entrenador es, primero, trabajo de observador". Palabra de Remi Garde, el nuevo técnico del Lyon que en verano sustituyó a Claude Puel. Hoy pisará por primera vez el Santiago Bernabéu. Un plus, dijo, para él y para el equipo. "Aunque el duelo contra el Madrid sea ya un clásico de la Champions, no hay riesgo de que se convierta en una rutina. Menos sabiendo que es mi primera vez en este estadio", afirmó ayer. El que fuera centrocampista del Lyon (1984-1993) y años más tarde (1996-1999) el primer capitán extranjero del Arsenal -antes de Patrick Vieira- no tiene carné de entrenador. Todavía no se ha sacado el DEPF, como se llama en Francia. Las clases, ha explicado Garde en más de una ocasión, son en París y siempre coinciden con los viajes europeos del equipo. "Estoy inscrito al curso, el año que viene me sacaré la licencia. No soy el único que no la tiene", ha comentado en varias entrevistas. La Liga francesa permite sentarse en el banquillo a los entrenadores sin el DEPF siempre y cuando en el cuerpo técnico haya alguien que sí lo tenga. En el caso del Lyon, Joel Bats ex internacional y preparador de porteros.
     
     
    Garde nunca había entrenado. Fue segundo de Paul Le Guen durante dos años y otros tantos de Gerard Houllier. Siempre en Lyon. Luego pasó a dirigir la cantera. En sus años de ayudante redactaba los informes de los rivales europeos. Se convirtió en una especie de amuleto para Houllier, que nunca se desplazaba a los partidos europeos sin tenerle a su lado. Tras la marcha de Houllier en 2007, el presidente Jean-Michel Aulas ofreció a Garde el banquillo del primer equipo. Rechazó la oferta porque aún no se sentía preparado. Este verano sí aceptó. Para alegría de los jugadores, que destacan su cercanía, su trato con los jóvenes [la del Lyon es la plantilla más joven de la Champions, con una media de edad 24,3, tras la del Dinamo de Zagreb, 24] y su capacidad de escuchar.

    "Este equipo necesitaba un cambio en el grupo. Hemos tenido la suerte de que el cambio lo haya dado un técnico que conoce bien la casa y que es muy cercano a los jugadores. Transmite ganas de luchar y salir adelante", reconoció ayer Gomis. De blando, dicen los medios franceses, no tiene nada. De hecho, lo primero que hizo Garde fue quitar el brazalete de capitán al veterano Cris para dárselo a Lisandro (ausente hoy por lesión) y que tuviera más responsabilidad.
    El técnico francés se crió en el Olympique de Lyon. De pequeño iba al campo a ver los partidos. Más tarde ingresó en las categorías inferiores. Han pasado ya 30 años desde que sus padres lo llevaran a diario en coche a entrenarse a la llamada Explanada de los Juegos, que estaba justo detrás del fondo sur de Gerland. Con 23 años ya lucía el brazalete de capitán y fue uno de los jugadores que lideró el ascenso del Olympique tras varias temporadas en Segunda. Por aquella época cobraba 6.500 francos al mes (unos 1.200 euros). Era conocido por ser un medio incansable. Pero también por sus problemas de rodilla y su pubalgia. Raymond Domenech, uno de sus primeros entrenadores, llegó a decir de él: "Lo tiene todo. Solo hace falta que viva y se distraiga y que no se tome el fútbol tan en serio". No parece haberlo conseguido: "Pienso en el fútbol mucho más de lo que me gusta. Nada supera la adrenalina de los partidos".
    Tras un breve paso por el Estrasburgo (1993-1996) se marchó al Arsenal, equipo en el que terminó su carrera. Vivió en Londres tres años. Lo suficiente para que Arsène Wenger lo nombrase capitán. "Tiene un gran ascendente y capacidad de liderazgo", dijo el técnico. De haber sido por Wenger, Garde se habría quedado en el cuerpo técnico de los gunners una vez colgadas las botas. "Siempre dije que no podría haberme incorporado a ningún cuerpo técnico que no fuera el del Lyon", confesó Garde después. "Pero sí, Wenger es el entrenador que más me ha marcado. Trabajé tres años con él, justo cuando yo ya estaba en un mi fase más observadora y sensibilizada con el fútbol", dijo ayer.
    En Francia dicen que Garde ha aportado una mirada nueva, que se ha acercado al fútbol con los ojos de un niño. Él mismo lo ha reconocido el día que participó en Nyón del congreso de entrenadores de la UEFA. "Fui allí como un joven que cumple su sueño. Charlé cinco minutos con Ferguson y Guardiola y les vi un brillo especial en los ojos cuando hablaban de fútbol".

    lunes, 3 de octubre de 2011

    Conceptos defensivos

    Extracto del artículo publicado en El País que puede resultar de utilidad tanto para jugadores como para entrenadores.

    Revolución en la retaguardia

    Por: Santiago Solari
    Las modificaciones en el reglamento, los cambios en la preparación del futbolista y los avances tecnológicos son algunas razones por las cuales el fútbol ha ido variando a través de los años.
    La aparición del fuera de juego en un formato similar al que conocemos hoy en día se introdujo en 1925 y provocó un cambio radical en la forma de interpretar este deporte. Entre las modificaciones reglamentarias de las últimas décadas, posiblemente la que mayores alteraciones trajo fue el cambio en la puntuación. Otorgar tres puntos a la victoria y solo uno al empate obligó a que se asumieran mayores riesgos defensivos. Otra fue la de no permitir a los arqueros recibir con las manos un pase con los pies de sus propios compañeros. Decisión que agilizó tremendamente el desarrollo de los partidos y modificó los sentidos de circulación, que incluyen ahora como elemento fundamental al portero.
    Los cambios en la preparación también fueron determinantes. Se pasó de un desarrollo de las capacidades físicas básicas del atleta a uno de programas específicos para la preparación integral: física, técnica, táctica y mental. Cuanto más aumentó la dinámica, más se redujeron los espacios. Ante la necesidad de tener que hacer todo más rápido y en espacios más reducidos, el futbolista modificó necesariamente la técnica de ejecución.

    La posibilidad de estudio del rival con la aparición de la televisión y el vídeo renovó conceptos tácticos. El balón, cada vez más liviano y rápido, obliga a una adaptación constante.
    Dichas adaptaciones en las estrategias y los sistemas tácticos son el resultado de la necesidad de adecuarse continuamente a las nuevas situaciones. Estos cambios modificaron, a su vez, las funciones específicas.
    Hoy en día que se redujo drásticamente la cantidad de tiempo que un jugador tiene la pelota en su poder, es difícil encontrar equipos que hagan gravitar su juego alrededor de un único organizador. Los defensores laterales han acentuado su doble función. Los extremos ya no permanecen estáticos, dedicados a recibir y encarar, sino que rotan y acumulan obligaciones defensivas. El centrodelantero clásico mira asustado la concurrencia, ante la invasión de alas, penetradores y audaces incursionistas en lo que hasta hace poco era su coto privado.

    Pero posiblemente las funciones que más han debido evolucionar fueron la de los defensas centrales y la del portero. En la retaguardia hubo una verdadera revolución.

    Los centrales tienen mucho más radio de acción. En la necesidad de disminuir los espacios útiles al adversario ya no basta con un defensa fuerte y cabeceador. Debe acompañar su ataque alejándose del propio arco y achicando los espacios enemigos con esmerada atención, no solo a un posible anticipo sino también a un futuro regreso. Ese mar de posibilidades que deja a sus espaldas.
    Debe además saber defender regresando. Hay una gran diferencia entre defender posicionado en defensa (valga la redundancia) y hacerlo mientras se retorna hacia la mejor ubicación defensiva.
    Estas distancias y variantes en los repliegues implicaron nuevas coordinaciones. Los defensas centrales deben, con ojos en la nuca, coordinar con sus laterales y el portero la forma de evitar las penetraciones rivales ante los lanzamientos profundos. Tienen que anticipar, en esa coordinación, las respuestas ofensivas del rival cuando todavía su equipo esta en posesión del balón. Esto requiere de un jugador más veloz, más atento, con un manejo preciso de tiempos y distancias que han cambiado. Estas nuevas obligaciones demandan, además, una mayor injerencia táctica.
    El adelantamiento de las defensas también cambio la forma de interpretar la función del portero, que se convirtió en un actor más versátil. En fase defensiva oficia de último marcador y coordina con sus centrales y laterales todas las pelotas profundas del rival, sean estas cruzadas o frontales.
    Sin embargo, el cambio radical en la vida de los porteros se produjo cuando tuvieron la obligación de utilizar los pies. Hoy, podemos afirmar que un arquero que utiliza un solo pie tiene ciertas carencias cuando hace apenas algunos años le bastaba actuar con las manos. En fase ofensiva, se ha convertido en apoyo y salida a la hora de iniciar una buena circulación, con el deber agregado de hacerlo en una zona en la que cualquier error causa el gol rival.

    En la manida comparación del futbol actual con el de otras épocas se busca definir cuál es mejor o peor. Solo podemos afirmar que en la continua y natural adaptación a nuevas condiciones el futbol es, sencillamente, distinto.