Cuidado con lo que dices...
En el momento que ejerces de entrenador y te enfrentas a un grupo de jugadores, a todos nos ha ocurrido el hecho de querer/tener necesidad de contar muchas cosas, lo que viene a ser, HABLAR MUCHO.
Craso error, que hemos cometido todos al inicio de nuestras andanzas por esos terrenos de Dios.
Hay que HABLAR POCO. No se puede ser un pesado. Cuanto más hables, menos impacto tendrá tu mensaje cuando realmente sea muy relevante y necesario.
El jugador se ha adaptado a ese exceso de información. Te oye, pero no te escucha. Es lo que hemos conseguido siendo unos "cansinos". La culpa, es TUYA.
Ojalá algunos de mis antiguos "entrenadores" hubieran sabido estas cosas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario